El desarrollismo de la década de 1960 tuvo entre otras consecuencias la apertura del mercado español para la instalación de nuevas empresas dedicadas al comercio. Ello facilitó la llegada de la primera gran firma extranjera del sector: la norteamericana Sears Roebuck & Company, fundada en 1886 en Chicago por Richard Warren Sears, Alvah Curtis Roebuck y Julius Rosenwald, que estaba en proceso de expansión mundial. Sus responsables llevaban dos años estudiando el mercado europeo y decidieron finalmente apostar por España porque consideraban que su economía era fuerte y creían además que la experiencia positiva adquirida en Latinoamérica sería muy útil para abrirse paso y posicionarse en su mercado. Así, en 1963 los directores de los almacenes presentaron un proyecto con un presupuesto inicial de 4 millones de dólares, previa aprobación por parte del Gobierno español para el establecimiento de relaciones comerciales al detalle. Para agilizar las licencias y autorizaciones los directivos de Sears se comprometieron a comprar mercancías españolas para estimular la industria local, crear puestos de trabajo en todos los niveles de su organización y reinvertir parte de sus ganancias en el propio país. Inicialmente y a la manera de ensayo, abrieron una oficina provisional de compras en 1964 con previsión a la apertura de sus primeros almacenes en Barcelona al año siguiente, pero los problemas burocráticos sumados al acondicionamiento del edificio hizo que finalmente el primer establecimiento se estrenara dos años después.
Previamente, el 18 de noviembre de 1966 se puso en marcha un depósito de mercancías en El Prat de Llobregat, de10.000 metros cuadrados de superficie, destinado al almacenaje de sus productos comerciales. El gerente designado fue Francisco Cortés, que contaría con un equipo de unos 120 trabajadores, básicamente mozos de almacén, toreros, técnicos y transportistas, entre otras cualificaciones. El interior disponía de varias secciones para comprobar y examinar cuidadosamente las mercancías antes de ser entregadas a los clientes, especialmente el control de calidad de los productos recibidos de proveedores de todo el mundo. La construcción del complejo fue a cargo de Comylsa Contratistas Generales.
Previamente, el 18 de noviembre de 1966 se puso en marcha un depósito de mercancías en El Prat de Llobregat, de
Tras el final de las obras y del acondicionamiento de los interiores, el 30 de marzo de 1967 se procedió a la inauguración oficial y bendición del primer centro comercial de Sears en España y de Europa, situado en la manzana delimitada por la avenida Diagonal (entonces Generalísimo Franco) y las calles de Villarroel, Urgel (actual Comte d'Urgell) y Buenos Aires, cerca de la plaza de Calvo Sotelo (actual Francesc Macià). Anteriormente este solar estuvo ocupado por la Granja Experimental , unos terrenos dotados de un jardín botánico y una granja agrícola para la formación de payeses y agricultores.
Al acto de inauguración asistieron el alcalde de Barcelona Josep Maria de Porcioles, el gobernador militar general Serrano Ariz, el presidente de la Diputación marqués de Castell-Florite, el secretario general del Gobierno Civil señor Heredia en representación del gobernador civil, y otras destacadas personalidades. Estuvieron también presentes alrededor de cuatrocientos invitados representantes de diferentes estamentos de la ciudad. Por parte de la firma Sears, asistieron su vicepresidente señor John Gallagher (que vino directamente de Chicago), el director gerente para España señor Rudy Greer, el subgerente señor Ramon Tintoré y todos los jefes de las distintas secciones del nuevo establecimiento comercial. La bendición fue a cargo de fray Matías Solà.
El nuevo edificio ocupaba 8.000 metros cuadrados de superficie repartidos en cinco plantas, cada una de las cuales estaba especializada en la venta de unos tipos de productos. Incluía además servicios como una estación de servicio y un aparcamiento subterráneo de tres plantas con capacidad para 400 automóviles. Exteriormente la construcción era completamente funcional, sin ventanas y con fachadas herméticas de placas de hormigón que impedían la entrada de luz natural. Sin embargo, el interior presentaba una estructura de planta diáfana, sin muros de separación interior que generaban una gran visión del espacio continuo y homogéneo, permitiendo así una fácil movilidad del cliente, el cual podía pasear y ver a la vez todos los productos que se encontraban a la venta.
Adjunto a los nuevos almacenes se construyeron un bloque de viviendas propiedad de Quinta Avenida, el edificio de Winterthur Seguros (conocido como "la casa de los párpados) y una torre de veintidós pisos propiedad del Banco de Madrid.
Tras la apertura de este complejo, Sears Roebuck de España, S.A. abrió otro centro en la calle de Serrano, en Madrid, que se inauguró el 16 de abril de 1970.
En Barcelona, la firma apostó por la apertura de un segundo centro comercial, llegando a un acuerdo con la empresa Compañía Española de Viviendas de Alquiler (CEVASA) para ocupar un conjunto arquitectónico formado por dos grandes plantas de venta y dos plantas de aparcamiento con capacidad para 400 automóviles, encima de las cuales coronaban tres torres trillizas de catorce plantas cada una destinadas a oficinas y empresas. Limitaba con la avenida Meridiana (donde había dos accesos), la calle Dublín y la actual plaza de la Tolerancia (con un acceso cada uno). Este complejo estaba integrado dentro de un conjunto de 1.180 viviendas levantadas sobre los terrenos ocupados antiguamente por la fábrica ENASA (antes Hispano-Suiza) y que habían sido liberados en 1970. Dos grandes bloques tenían fachada en la avenida Meridiana, ambos separados por la actual plaza de la Tolerancia , y otro gran bloque se ubicaba en la calle de Torroella de Montgrí. De quince plantas cada uno, en los bajos se incluyeron comercios y aparcamientos subterráneos para automóviles.
En septiembre de 1975 CEVASA (empresa de la familia Vaquer, dueños de la firma Inoxcrom) hizo la entrega oficial a Sears Roebuck de España, S.A. de los nuevos almacenes y el 1 de octubre siguiente se procedió a la inauguración oficial. Al acto asistieron autoridades y personalidades como el concejal presidente de la Junta Municipal del Distrito Sebastián Calvo, el diputado delegado para el Servicio de Conservación de Monumentos del Patrimonio Artístico Provincial Mariano Salmerón, el jefe de la Policía Municipal Ramón Trepat, y otras representaciones y personalidades de la vida económica, industrial y comercial de Barcelona. Por parte de Sears, asistieron su vicepresidente John Gallagher, el presidente de esta sociedad en Europa John H. Gardner, el presidente de la sociedad en España John M. Riney, los altos cargos del nuevo centro de la avenida Meridiana, el gerente del Grupo Sears de Barcelona Ángel Hueso Mora, y el gerente del centro de la avenida Diagonal Ramon Tintoré.
En el lado opuesto a los almacenes SEARS, en la misma fecha la empresa Hiperama abrió al público el hipermercado Hiper Radar, dedicado a alimentación, sobre un espacio que estaba destinado a zona verde.
La presencia de Sears en España preocupó a las grandes cadenas comerciales Galerías Preciados y El Corte Inglés por su política agresiva de venta a plazos y a crédito que practicaba. Es decir, por un lado se ofrecía la posibilidad al cliente de abrir una cuenta corriente sin desembolso alguno, de modo que al comprar bastaba con decir "cárguelo a mi cuenta" y luego se podía pagar en 30 días o bien hasta en 12 mensualidades. Por otro, existía la cuenta a plazos solamente entre el cliente y Sears, sin la necesidad de letras e intermediarios, pensada para grandes compras que permitían pagos en hasta 24 meses. Además, ser titular de la "Tarjeta Sears" permitía su uso en unos 2.000 puntos de venta de Sears en todo el mundo.
Sin embargo, la competencia no resultó tan peligrosa porque los almacenes Sears no consiguieron tener el gran éxito de público esperado, siendo el sector textil el que dio los peores resultados y el de los electrodomésticos el que mejor funcionó debido a sus precios muy competitivos y a las grandes facilidades de pago antes comentadas.
A partir del año 1979 la empresa atravesó una situación de crisis que la llevó a estar durante varios años sin beneficios económicos. Por ello, procedió a poner en venta sus tres establecimientos en España (3 centros comerciales y 21 tiendas de electrodomésticos), intentando que fueran comprados por otras cadenas de distribución, llegando finalmente a un acuerdo con Galerías Preciados durante su etapa bajo propiedad de RUMASA. Esto sucedió el 27 de enero de 1983. Para ello la empresa de José María Ruiz Mateos desembolsó una suma 2.100 millones de pesetas, previo acuerdo concertado y firmado en la ciudad de Chicago el 8 de noviembre de 1982.
A modo de anécdota, merece la pena recordar que el 8 de agosto de 1982, un grupo terrorista palestino perpetró atentados con bombas en Madrid y Barcelona ante empresas norteamericanas como Sears y el Bank of America. Como resultado de las represalias, en Barcelona una explosión de poca envergadura causó destrozos en la entrada de la calle de Dublín del centro comercial de la avenida Meridiana, sin ocasionar víctimas ni heridos.
En 1986 el hipermercado Hiper Radar fue adquirido por El Corte Inglés, que lo convirtió en el centro comercial Hipercor. Paralelamente, la empresa Galerías Preciados, tras pasar una etapa de grandes pérdidas económicas, terminó vendiendo en 1987 los antiguos almacenes de Sears a El Corte Inglés, que acondicionó el edificio de la avenida Diagonal y reconvirtió el de la avenida Meridiana en una ampliación del hipermercado Hipercor, procediendo a reformas interiores.
Este centro comercial pasó desgraciadamente a la historia por haber sufrido el peor atentado de la historia de la banda terrorista ETA, el 19 de junio de 1987, causando un balance de 21 muertos y otros 45 heridos. Tras el triste suceso, volvió a abrir sus puertas y actualmente todos antiguos almacenes que pertenecieron a Sears y a Galerías Preciados funcionan con notable éxito de público. Desde 1995 el antiguo edificio de Hiper Radar fue reformado y convertido en Tiendas El Corte Inglés. En cuanto a los almacenes de la avenida Diagonal, fueron ampliados y completamente reformados con una fachada acristalada más amable con el entorno urbano y reabiertos el 23 de noviembre de 2004.
En 1986 el hipermercado Hiper Radar fue adquirido por El Corte Inglés, que lo convirtió en el centro comercial Hipercor. Paralelamente, la empresa Galerías Preciados, tras pasar una etapa de grandes pérdidas económicas, terminó vendiendo en 1987 los antiguos almacenes de Sears a El Corte Inglés, que acondicionó el edificio de la avenida Diagonal y reconvirtió el de la avenida Meridiana en una ampliación del hipermercado Hipercor, procediendo a reformas interiores.
Este centro comercial pasó desgraciadamente a la historia por haber sufrido el peor atentado de la historia de la banda terrorista ETA, el 19 de junio de 1987, causando un balance de 21 muertos y otros 45 heridos. Tras el triste suceso, volvió a abrir sus puertas y actualmente todos antiguos almacenes que pertenecieron a Sears y a Galerías Preciados funcionan con notable éxito de público. Desde 1995 el antiguo edificio de Hiper Radar fue reformado y convertido en Tiendas El Corte Inglés. En cuanto a los almacenes de la avenida Diagonal, fueron ampliados y completamente reformados con una fachada acristalada más amable con el entorno urbano y reabiertos el 23 de noviembre de 2004.